Ramon Camps: “El biogás transforma residuos en recursos, pero solo si detrás hay un trabajo riguroso que asegura su impacto positivo en el medio ambiente”
El director de Tema Iberia ha concedido una entrevista al podcast Gas renovable
 
			El director de Tema Iberia, Ramon Camps, ha sido el protagonista del último capítulo del pódcast Gas renovable, en el que ha explicado el trabajo técnico, ambiental y de seguridad que hay detrás de cada planta de biogás y biometano, energía renovable llamada a desempeñar un papel clave en la transición energética y la economía circular.
Ramón Camps empieza recordando que una planta de biogás no surge de la improvisación y “que detrás de cada instalación hay meses, incluso años, de estudios, análisis y permisos ambientales” que garantizan que sea segura, eficiente y respetuosa con su entorno. “En Tema, acompañamos a las empresas promotoras en todos los pasos necesarios para que un proyecto sea aceptado y aceptable para su entorno”, puntualiza.
Como él mismo afirma, “el biogás transforma residuos en recursos, pero solo si detrás hay un trabajo riguroso que asegura su impacto positivo en el medio ambiente”.
Estudios ambientales: la base de cada proyecto
Como aclara el director de Tema Iberia, el proceso arranca mucho antes de la construcción de la planta, con un diagnóstico ambiental del entorno. Se analizan el suelo, las aguas subterráneas y la calidad del aire para establecer una línea base sobre la que modelar posibles impactos. Primero se valora cómo está el entorno donde se ubicará la planta y a partir de ahí, se diseñan medidas de prevención y control para garantizar que, si algo falla, se detecte y corrija a tiempo.
Estos estudios incluyen análisis hidrológicos, modelizaciones de dispersión de contaminantes y pruebas en laboratorio que permiten prever el comportamiento del terreno ante cualquier eventualidad. El objetivo es doble: prevenir riesgos y asegurar que, incluso en caso de incidente, las medidas de contención funcionen correctamente.
Normativa, vigilancia y controles
España cuenta con una de las normativas ambientales más exigentes de Europa, algo que, según Camps, ofrece garantías tanto a las empresas como a la ciudadanía. Los efectos en el entorno tienen que ser moderados o bajos; no puede haber ninguno significativo, “y esto se tiene que demostrar de manera científica con el tipo de estudio que hacemos nosotros”, matiza.
Además, las plantas en funcionamiento están sometidas a planes de vigilancia ambiental y a controles, inspecciones y muestreos periódicos por parte de la administración que verifican que se cumplen los límites de emisiones y vertidos y la calidad del suelo.
Optimizar e innovar
Como recuerda Camps en el pódcast, el papel de Tema no termina cuando una planta ya funciona, pues se trabaja también en la mejora de procesos y en la gestión integral de la seguridad operativa, ayudando a que las instalaciones sean más eficientes y sostenibles.
Partiendo de la idea de que “una planta segura es una planta que funciona mejor, produce más y a menor coste”, sus equipos colaboran con empresas de los sectores químico, gasístico y energético para implantar sistemas de gestión de seguridad de proceso que optimizan el mantenimiento, la detección temprana de incidencias y la continuidad operativa.
Camps también destaca el papel de la innovación tecnológica en el futuro del biogás y el biometano. Entre las tendencias más prometedoras, menciona la co-digestión de residuos y la digitalización y la automatización de procesos. “Uno tiene una planta, la diseña, la construye y, muy a menudo, después la supervisa; pero los procesos se autorregulan y, a través de la inteligencia artificial, puedes lograr un autoaprendizaje en la dosificación de algunos reactivos, así como en el control de temperaturas y presiones, para optimizar el proceso”, señala.
Subraya, así mismo, que el biogás “no solo produce energía, sino que reduce la necesidad de combustibles fósiles, genera empleo local y contribuye a una gestión más inteligente de los residuos”.
La importancia de la circularidad
Finalmente, Ramon Camps insiste en la importancia de la circularidad en el contexto de la industria del biogás, es decir, dar utilidad a algo que tradicionalmente ha sido un residuo que dejamos en los vertederos, que tendrían que ser una excepción. Así, el biogás es un eslabón esencial en este concepto que implica a muchas otras industrias. “Nosotros, claramente, reducimos un impacto muy conocido, el de los nitratos, pero de una manera muy positiva. Creo que este sería el eslabón clave de esta industria”, concluye.
La entrevista deja patente que, detrás de cada planta de biogás o biometano, hay un trabajo multidisciplinar y minucioso y que el que realiza Tema es una pieza esencial para garantizar el avance hacia un modelo energético más seguro, riguroso y respetuoso con el entorno.
