La Memoria de Sostenibilidad: más allá de la obligación

Este 2024 comienza la obligatoriedad para las compañías de elaborar el Informe o Memoria de Sostenibilidad que dicta la normativa europea (2014/95/UE) y la ley española (11/2018, de 28 de diciembre de divulgación de información no financiera). Esta exigencia afecta a las empresas con una plantilla de 500 o más personas o a aquellas que durante dos ejercicios consecutivos reúnan al menos dos de las circunstancias siguientes:

• Que el total del activo consolidado sea superior a 20 millones de euros.
• Que la cifra anual de negocios consolidada supere los 40 millones de euros.
• Que el número medio de trabajadores y trabajadoras sea superior a 250.

Para realizar este informe es importante tener claro qué es y qué objetivos persigue. Se trata de un documento que recoge el desempeño ambiental, económico, social y de gobierno de una empresa anualmente. Su objetivo es comunicar estos resultados a todo su público, de manera que las partes interesadas puedan evaluar el impacto global de la empresa en su entorno y comunidad.

Beneficios para la empresa

La elaboración de la Memoria de Sostenibilidad tiene beneficios para las organizaciones, más allá de cumplir con los requisitos legales de aquellas que estén obligadas, por eso muchas deciden hacerlo de manera voluntaria. Por una parte, internamente sirve para marcar un rumbo de transición ecológica corporativa, establecer planes de acción 2030-2050, así como para evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos ya trazados y el resultado de las acciones llevadas a cabo. Además, permite detectar riesgos y oportunidades, favorece la conciencia ambiental y social de la plantilla y refuerza los valores corporativos, que se transfieren a proveedores y clientes. Por otra parte, potencia el prestigio de la marca ante inversores, proveedores y clientes y permite acceder a nuevas fuentes de financiamiento específicas.

¿Qué información contiene la Memoria de Sostenibilidad?

La información de la memoria incluye la evaluación y comunicación del impacto de las actividades económicas, productivas y políticas corporativas sobre la sostenibilidad, que incluye el cambio climático, gases de efecto invernadero, planes de reducción de emisiones, de residuos, de minimización, la contaminación, el agua y los recursos marinos, la biodiversidad y los ecosistemas, el consumo de recursos y la economía circular, la resiliencia.  Además, se posiciona sobre aspectos sociales, internos y externos, lo que significa un cambio sustancial en la exposición corporativa: políticas de género, de inclusión, de interacción con la comunidad, políticas de flexibilidad laboral, conciliación familiar, voluntariado, manuales de compras sustentables, documentos de comunicación no sexista, por mencionar algunos, etc. Además, se incluye un apartado de gobernanza en el que se promueve la transparencia y las políticas anticorrupción, entre las más destacadas, así como operaciones de la empresa, además de informar sobre los impactos de la movilidad, la red de proveedores, cadena de suministros, clientes y stakeholders.

¿Quién puede elaborar una Memoria de Sostenibilidad?

Para garantizar que los resultados expuestos en el informe no financiero sean rigurosos y fiables, es aconsejable contar con especialistas en sostenibilidad que realicen los debidos estudios de materialidad y de brechas, midan correctamente el impacto de las actividades y dispongan de la mejor estrategia de acompañamiento en la transición a la sostenibilidad y el cumplimiento normativo emergente. De esta manera, tanto la Memoria de Sostenibilidad como la acción de la compañía en esta materia gozarán de una imagen seria y realmente comprometida.